Lo que desecha el mar

    Estamos en pleno mes de julio. El tiempo transcurre de modo más lento. Los paseos por la orilla del mar son frecuentes y no dejo de recoger pequeños objetos que desecha el mar. Y más que debería vomitar. Algunos inservibles para mi espacio o imaginación, otros en cambio, vuelven a casa en el capazo, entre toallas, libros y cremas solares. 

    Una imagen de una revista, un poco de creatividad y sobre todo mucha diversión.